Fortalecer lo de siempre integrando lo nuevo

Si la integración de las TIC no se acompaña de una relación docente-alumno rica en intercambios, planificación y conducción hacia la construcción de significados y una relación profunda, reflexiva y comprometida entre el alumno y los contenidos, es muy posible que se vuelva en contra y en lugar de potenciar los aprendizajes, los debilite y los vuelva efímeros y poco confiables.
Pienso que si bien es imperiosa la necesidad de adaptar las metodologías a los nuevos escenarios mediados por las TIC, debemos preservar los pilares de la relación didáctica para garantizar aprendizajes reales. Para eso es recomendable preguntarnos a cada paso en qué medida las TIC pueden servirnos para mejorar:

  • la relación docente - alumno
  • la relación docente - contenido
  • la relación alumno - alumno
  • la relación alumno - contenido 

 Las TIC deberían servirnos para profundizar y volver más significativas estas relaciones como una suerte de entramado de fondo en permanente crecimiento tanto en extensión como en profundidad.

Pienso que la clave en educación sigue hallándose en los vínculos que alumnos y docentes establecen con el conocimiento y entre sí en pos del aprendizaje y dejar todo librado a la magia de las TIC es un error.